Fractal: La perfecta unión con Dios


«El espacio sagrado es un espacio fractal eléctrico, donde un número infinito de ondas convergen dando lugar a la creación divina»

Dan Winter

Hemos hablado con anterioridad sobre cómo la física se unía con lo espiritual dando lugar al conocimiento del todo, a la plena consciencia a través del conocimiento del origen de la creación. Conociendo el origen de la vida, de la esencia que impregna todas las cosas, también podemos entender cuál es el objetivo de nuestro viaje.

Con Nassim Haramein pudimos ver el patrón de la creación a través de los agujeros negros y cuyo origen se haya en los fractales en perfecto equilibrio, donde la singularidad viene dada por la presencia de la proporción áurea. Más tarde, Drunvalo Melchizedeck, nos enseñó cómo la proporción áurea se relaciona con los sólidos platónicos y los fractales dando lugar a la geometría sagrada, su relación con la formación de la vida y nuestra conexión con el universo donde todos somos uno.

En esta nueva entrada veremos, con la ayuda de Dan Winter -psicofisiólogo, ingeniero en electónica, analista de sistema y cristalógrafo-, la unión entre física y espiritualidad, cerrandose así el círculo al que nos referíamos al inicio de nuestro bagaje por la historia de los números, la proporción áurea y los sólidos platónicos.

Dan Winter señala que, cuando las ondas electromagnéticas convergen en un punto dando lugar a un fractal, los fractales son generadores de vida, y su presencia crea los espacios sagrados, lo que nos une con la divinidad.

Así pues, invitamos al lector a ver el siguiente video de Dan Winter correspondiente a la conferencia celebrada en el Congreso de Ciencia y Espírito del 20 de noviembre de 2010 en Barcelona. En la segunda parte, podemos verle junto a Victor Brossa -artista polifacético- .

Al pie de cada video hay una biografía más amplia de cada uno de ellos para poder conocerles mejor.

Parte 1/2

Parte 2/2

Relacionado con el mismo tema, existe este otro video de Dan Winter (parte 1/7), publicado por la Fundación Soliris en el año 2009